EL VIAJE
Estába yo un día de vacaciones en Irlanda, era un verano de hace ya dos años, pero en la república de Irlanda, es decir, en la parte sur de Éire, no la del norte. Concretamente en la ciudad de Dublin, la capital. Allí es donde bajé del avión para más tarde visitar la costa, que no quedaba muy lejos de allí, en el condado de Clare, donde habían unos acantilados llamados los acantilados de Moher, donde alcanzan una altura de más de 210 metros de altura por encima del mar, donde la vista desde arriba del acantilado impresiona bastante. A nadie le gustaría caer a las frígidas aguas del atlántico desde esa altura, es lo que piensas cuando miras ahí abajo.