Mi abuelo me contó...
Volvíamos de cenar yo y unos cuantos amigos, cuando vimos a varios tipos robando a un hombre y pegandole vamos, una tremenda paliza, nos quedamos sorprendidos gritando que parasen de hacerle daño, pero se fueron corriendo y no les pudimos ver la cara porque la noche era muy oscura. El tipo no sabía nada, ni cómo se llamaba, ni dónde estaba, ni siquiera qué le había pasado, pero por supuesto que notaba el daño que tenía. De inmediato lo llevamos en el coche de uno de los amigos al hospital de urgencias más cercano. Al día siguiente, fuimos al mismo hospital donde lo llevamos aquella noche y vimos que estaba perfectamente.